Un poema de Daniel Salzano

poema de Daniel Salzano

¿Te acordás de la primera vez que fuiste feliz? ¿Podrías contar cómo fue la última? En el siguiente poema Daniel Salzano, reconocido escritor de Córdoba (Arg.) hace un precioso recorrido por esos destellos de felicidad posibles en la vida de una persona común y corriente. Sus formas, olores, colores, sonidos, costos, fugacidad…
A leerlo, nos remite a buscar en nosotros mismos esos instantes, a reconocerlos, observarlos, sentirlos, aprisionarlos, y quizás, también, a inventarlos.

La felicidad – Daniel Salzano

La primera vez que fui feliz / tenía siete meses / y una mujer / que no conozco / me pasaba el dedo por el filo de la cara / al mismo tiempo que me hablaba / No entendía lo que decía / pero la escuchaba / No era lo mismo que cuando me arrojaban / como una pelota / Estaba bien sujeto / Estaba bien querido / La felicidad olía a lejía / y a colonia de la Casa Gesell.

La segunda vez fue cuando trajeron a Silver / el caballo de El Llanero Solitario / y lo instalaron a orillas del Suquía /debajo de una carpa /  El caballo estaba embalsamado/ pero si cerraba los ojos / mientras le pasaba la mano por el pelo / apenas se notaba / La felicidad costaba un peso / Un peso la entrada.

La tercera fue la vez que vi de espaldas / a mi papá y a mi mamá / sentados / después de almorzar/ en la cocina / El llevaba puesto su famoso anillo de ferrocarrilero / y ella lo tenía de la mano / Las ollas / al fuego / murmuraban / La felicidad era tan fugaz / como las burbujas que subían y bajaban / a lo largo de un sifón / azul / de Egea y Sánchez.

A veces / en la Plaza España/ saco una moneda / la tiro para arriba / y digo si sale cara voy a ser feliz / pero la moneda no cae / borda el aire / rebota / se atasca/ se bifurca / y después corre / a lo largo de Chacabuco / Ustedes saben cómo es esa bajada / La felicidad es un racimo de palabras / y después se acaba.

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