«El martes me desperté a esa hora lánguida y desalmada en que la noche de hecho se ha acabado, pero el alba todavía no ha despuntado del todo.» Apenas si he ojeado estas líneas del Ferdydurke – así comienza la novela – y ya quiero escribir sobre él. Hacia mucho que venía siguiendo a Gombrowitcz. …